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Cómo solucionar problemas en el matrimonio

Todos los matrimonios tienen problemas

Todos tenemos problemas y todos los matrimonios por felices que parezcan tienen problemas. Lo importante es aprender a solucionarlos, pues casi siempre existe una solución.

La diferencia entre un matrimonio feliz y uno que no lo es, está en cómo resuelven sus problemas

Hay parejas que deciden ignorar los problemas, hasta que llega un momento en que los problemas estallan como si estuvieran en una olla a presión. Algunas parejas prefieren quejarse de los problemas, pero no buscan soluciones, simplemente se consideran víctimas y se quedan lamentándose de su suerte. Otras deciden salir corriendo ante los problemas. Y por último están las que por el contrario, asumen los problemas como desafíos y se esmeran en encontrar soluciones a los problemas que encuentran en el camino y por lo general, esos son los matrimonios felices.

A diario nos encontramos con problemas de todo tipo, algunos son cosas muy pequeñas pero que si no se resuelven a tiempo crecen como una bola de nieve.  Así que por pequeño que sea el problema lo importante es identificarlo, para así poder buscar una solución. No siempre nos tiene porque gustar la solución, pero a veces tenemos que ceder por el bien de la relación.

Andrés odia lavar los platos y Paula su esposa odia el desorden. Ambos trabajan y llegan cansados al final del día. Luego de la cena, si Paula no lava la loza, la cocina queda hecha un desastre, lo cual le arruina la noche y no solo la noche, sino también la el siguiente día. A Andrés le da igual ver la loza sucia, pero sí le molesta que Paula haga mala cara.  Para resolver este problema hay varias posibles soluciones:

  • Que Paula lave la loza todos los días y que acepte que Andrés nunca lo va a hacer. Puede pedirle a cambio que él se encargue de otra tarea que a Paula no le guste realizar.
  • Hablar con Andrés y organizar para que al menos un par de días a la semana él se encargue de lavar los platos.  
  • Arreglar la cocina juntos. Mientras Paula lava, Andrés seca y guarda. De paso utilizan ese tiempo para conversar sobre su día.
  • Cenar afuera.
  • Contratar una señora que les ayude con la limpieza.
  • Comprar una lavadora de platos.

Podría seguir enumerando otras posibles soluciones. La mejor solución siempre será la que deje a todos contentos. Lo importante es que lo hablen y propongan diferentes alternativas, hablen sin alzar la voz y siempre concentrados en que hay que encontrar la solución al problema, no en buscar un ganador. Hagan lluvia de ideas, a veces una idea descabellada, puede ser la solución que estaban buscando.

Hablando, con amor y con buena voluntad todo se puede solucionar.  

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