Para ser felizmente casada, primero hay que ser felizmente soltera
Muchas mujeres piensan que serán felices cuando estén delgadas o cuando encuentren el trabajo de sus sueños, y otras piensan que lo serán cuando se casen.
No podemos esperar a cumplir una meta para ser felices. Tenemos que trabajar en ser felices día a día, con lo que tenemos.
Para tener un matrimonio feliz y duradero, es evidente e indispensable encontrar con quién casarse. Pero, antes de ponerse en la tarea de buscar marido, primero trabaje en su propia felicidad.
Si usted no es feliz soltera, créame que tampoco va a ser feliz casada y mucho menos podrá hacer feliz a otra persona. La única responsable de su felicidad es usted misma y si se casa pensando que eso la hará feliz, comenzará mal.
Además, las personas felices son mucho más atractivas, ¿A quién no le gusta compartir tiempo con alguien feliz?
Empiece por trabajar en su propia felicidad. Es importante que se conozca a sí misma, descubra cuáles son las cosas que le gustan, las que no le gustan, tenga claro hacia dónde quiere ir, en qué aspectos debe trabajar para ser una mejor persona, y lo más importante a quererse a sí misma.
Aprenda a disfrutar la soledad, aprender a valorar la soledad significa lograr ser feliz consigo mismo. Cuando uno es feliz consigo mismo, es el momento apropiado para comenzar a buscar a alguien con quien compartir toda esa felicidad.
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